24/11/2021 | Blog
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La sensibilidad bucal es ese momento, que por lo general es corto, en donde se siente un dolor repentino por el contacto entre el diente y un estímulo externo, como puede ser una comida o bebida fría. De hecho es muy común que se produzca al ingerir bebidas y comidas frías, o incluso con la respiración cuando el aire está muy frío.
La sensibilidad dental es mucho más común de lo que se cree, y muchas personas la padecen sin ser realmente conscientes de ello, ya que lo consideran como algo normal, y por tanto no acuden al odontólogo para tratarla o no lo mencionan específicamente durante las revisiones.
El principal problema de no acudir al dentista para tratar sensibilidad dental, es que tampoco se estará tratando las causas que lo originan, y que en ocasiones pueden tener efectos muy negativos en la salud bucal.
La corona del diente está protegida por un esmalte, mientras que la raíz está rodeada por la encía y por el cemento radial. Cuando la encía se retrae o el esmalte se deteriora, deja la dentina expuesta a los estímulos anteriormente mencionados.
Entre las principales causas que pueden existir para que se produzca la sensibilidad bucal, se deben destacar:
Mala higiene bucal. No causa sensibilidad dental de modo directo, pero si indirectamente, ya que una mala higiene bucal favorece la aparición de las caries, que pueden romper o astillar el diente, lo cual sí causa la sensibilidad bucal.
También el mal cuidado de los empastes dentales puede ser una causa, ya que sin la adecuada revisión y mantenimiento se pueden deteriorar o desgastar.
El desgaste del esmalte dental es otra de las principales causas de sensibilidad dental. Puede deberse a un cepillado agresivo o un proceso de blanqueamiento (que puede generar una debilidad temporal a los dientes). También puede producirse por vomitar de modo habitual, por morderse las uñas, o por tomar muchas bebidas gaseosas, que tienden a acidificar la dentadura.
La retracción de las encías. Al igual que en el caso anterior, se puede deber a una mala higiene que provoca la aparición de infecciones, o a un mal seguimiento y cuidado de tratamientos odontológicos como la ortodoncia.
Una vez que se haya diagnosticado la sensibilidad dental es importante encontrar la causa de la misma para poder combatirla de forma rápida, segura y certera, y así evitar que vuelva a aparecer o al menos mitigar el dolor.
Los remedios caseros, aunque pueden ser efectivos para combatir el dolor temporalmente, no puede aportar una solución definitiva al problema porque no atacan a la raíz del problema.
Los mejores consejos para prevenir y combatir la sensibilidad dental son:
El mejor aliado para combatir la sensibilidad dental es la higiene. Esto reducirá el riesgo de aparición de caries y de sufrir daños en el esmalte del diente y las encías.
Debe acudirse periódicamente a las revisiones con el dentista, para evaluar el estado de salud general de la boca. En caso de encontrar caries nuevas deben tratarse lo antes posible, y si se detectan empastes previos deteriorados deben repararse o sustituirse.
Tras recibir tratamientos dentales como pueden ser blanqueamientos, es necesario hacer un seguimiento y seguir todas las indicaciones del odontólogo.
Se debe cuidar la intensidad del cepillado para no desgastar las encías ni deteriorar el esmalte dental.
También es importante controlar en lo posible la ingesta de comidas o bebidas demasiado calientes o demasiado frías.
Evitar en lo posible sustancias ácidas como las bebidas gaseosas.
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