05/12/2021 | Blog
Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios, ofrecer marketing personalizado y mejorar nuestros servicios. Tienes más información en nuestra Política de Cookies
Primera cita gratis
05/12/2021 | Blog
¿Tienes piercings o piensas hacer uno? Sea que lo tengas en la lengua, labios, frenillo o en las mejillas, existen consecuencias bastante serias que implican tu salud dental. Los riesgos son diversos, pero principalmente surgen a partir de las infecciones derivadas de la colocación de los piercings.
Si eres muy fan de los piercings es vital que estés informado/a previamente son los riesgos que existen para tu salud bucodental.
Es importante considerar que la boca es una zona especialmente delicada y el proceso de cicatrización no es favorece a la herida generada, por esto presenta un mayor riesgo de infección por la humedad de la propia cavidad bucal, presencia de bacterias y la constante ingestión de alimentos propia de esta parte del cuerpo.
Hay que tener especial cuidado con la herida abierta al hacer el piercing, ya que es una vía de entrada directa de las bacterias, que si entran en el torrente sanguíneo pueden hacernos más vulnerables a padecer inflamación del corazón o endocarditis.
Otros estudios señalan que los ‘piercings’ orales llevan aparejado riesgo de perder piezas dentales debido al desarrollo de problemas gingivales graves. Concretamente, un trabajo publicado en el Journal of the American Dental Asociation (JADA) sostiene que una de las consecuencias más comunes reside en la contracción de las encías, con lo que el diente queda desprotegido, pudiendo llegar a caer.
La salud bucodental puede resultar la más perjudicada por el piercing en la boca. El piercing en la lengua aumenta el riesgo de enfermedad periodontal y daña el esmalte o las piezas dentales. También puede provocar heridas en las encías. El continuo choque entre el metal y los dientes o encías provoca microfracturas en los dientes que, de forma continuada, provocan que la pulpa dental se inflame (hiperemia pulpar) y cause dolor. Si se prolonga mucho en el tiempo el tejido inflamado, al no tener más espacio, se calcifica y el dolor cesa, pero se pierde sensibilidad en la pieza y el flujo sanguíneo que llega al diente también cesa. Esto puede derivar en perder el diente.
También existen riesgos en el momento de la instalación de un piercing en la lengua ya que una perforación errónea o negligente puede ocasionar daños tanto en la glándula salival como sobre el músculo o sobre un nervio. Si se toca alguna de estas partes de la lengua, las consecuencias van desde una inflamación hasta la pérdida de sensibilidad y sentido del gusto pasando incluso por una hemorragia. Todo ello además de ocasionar dolor puede generar problemas en el habla y en la masticación. También puede aumentar el riesgo de padecer halitosis.
El piercing en la boca está considerado como uno de los principales factores de riesgo de transmisión de herpes. También puede hacernos más vulnerables a la transmisión de otras infecciones como hepatitis B y C.
Si ya tienes un piercing (pese a los riesgos que existen) es muy importante visitar desde el primer momento, y de forma regular, la consulta del dentista realizarte un seguimiento de la pieza y de sus efectos en la salud bucodental. Sabes que para esto cuentas con nosotros 🙂
Fuente: ICOEV
Déjanos tus datos y te llamamos nosotros directamente